Nuestro país cuenta con 118 puertos de distintas funciones (industrial, comercial, turística y recreativa) que componen su sistema portuario, 70 son fluviales, 25 marítimos y 23 se encuentran sobre los grandes lagos patagónicos. Por los puertos fluviales y marítimos sale el 80 por ciento de las exportaciones argentinas e ingresa el 70 por ciento de nuestras importaciones.
Estos datos muestran la relevancia de nuestro sistema portuario y de sus vías navegables. Requieren un intenso trabajo cotidiano para permitir la navegación y garantizar su seguridad. Librados a la acción de la naturaleza, los bancos de arena y limo crecen de manera constante y reducen a un mínimo los canales navegables. Solo mediante el dragado es posible mantener operativos los puertos rioplatenses y la navegación en los ríos Paraná-Paraguay y Uruguay, con todo lo que ello significa para la producción y el comercio. Otros procesos de sedimentación también exigen una intensa labor para permitir el acceso a puertos marítimos como los de Mar del Plata y del área de Bahía Blanca, entre otros.
HITOS EN NUESTRA HISTORIA
Reglamento de Trabajo
El primero de los grandes triunfos de la organización gremial fue el Reglamento de Trabajo, que puso fin a las condiciones laborales precarias que se mencionaron anteriormente. El Reglamento, aprobado en 1974, estableció la doble tripulación, es decir que mientras una tripulación estaba a bordo, otra estaba en tierra, lo que permitía un sistema de 14 días trabajados y 14 de franco, o de 7 por 7 días, lo que fue una notable conquista para aquella época. Los sindicatos marítimos tradicionales tardaron treinta años más en obtenerla. El Reglamento también establecía las condiciones laborales, los horarios y la obligación de proveer de ropa al personal.
Jubilación
El segundo logro muy importante en ese momento fue la sanción de una ley que incluyó al personal embarcado de Dragado y Balizamiento en el régimen de jubilaciones como sector marítimo.
Hasta ese momento, le correspondía el régimen general (que entonces era a los 60 años de edad para los varones; luego el “neoliberalismo” de los noventa elevaría esa edad hasta los actuales 65 años). A partir de esa conquista se estableció para la actividad la edad jubilatoria de 57 años, con 25 de antigüedad en el servicio.
Escalafón
Asimismo, se obtuvo que el gobierno considerase las gestiones por el escalafón propio, es decir que reconociese que, si bien se cumplían funciones como personal del Estado, las particularidades de la actividad requerían un tratamiento, una carrera y un régimen distinto al de la administración central.
Cuando el gobierno estaba por sancionar ese escalafón, se produjo el golpe del 24 de marzo de 1976, que como en todos los aspectos de la vida nacional, traería los momentos más terribles para los trabajadores.
El 14 de setiembre de 1987 obtiene la Personería Gremial bajo la Resolución 412 e inscripta bajo el nro. 1434
Esta tarea es la que realizan los trabajadores de dragado y balizamiento. De su capacidad profesional, su esfuerzo y su dedicación dependen el mantenimiento de la navegabilidad de nuestros principales cursos de agua y el acceso a los puertos de mayor actividad. Canalizar y dragar esas vías para permitir el paso de los barcos, señalizarlas y balizarlas, para brindar seguridad a la navegación, son labores esenciales para mantener en funcionamiento la infraestructura y la producción del país y, mucho más, para su desarrollo y mejoramiento.
Como afirmaba, en junio de 1988, el Plenario de Secretarios Generales del Sindicato del Personal Embarcado de Dragado y Balizamiento: “Dragar un río no solo significa profundizarlo, representa además la cultura, el comercio, la industria, o sea, el progreso”.
Breve historia del proceso de creación del Sindicato
A mediados de la década del ´50, caído el peronismo, surgieron las primeras ideologías “racionalizadoras” del estado y privatizadoras. Lamentablemente, los sucesivos gobiernos continuarían y hasta profundizarían esa misma orientación, llevando la “racionalización” como uno de sus caballitos de batalla, hasta entrada la década de 1970.
Le tocó al gobierno de Arturo Frondizi (1958-1962) el triste “privilegio” de ser quien efectivamente pusiera en marcha las políticas “racionalizadoras” y privatistas. Frondizi inició el “achicamiento” del Estado en favor de los capitales multinacionales, y no dudó en reprimir duramente al Movimiento Obrero. Incluyó el despido de miles de trabajadores y el comienzo del desmantelamiento de la flota estatal de Dragado y Balizamiento, de los talleres y de los planteles que mantenían seguras y navegables las redes fluviales y marítimas argentinas.
No se les reconocían a los trabajadores categorías ni experiencia técnica o laboral, no se respetaban descansos, no se contemplaban las horas extras, no se cumplía con antiguedades ni especializaciones y peor aún, sentían que nadie los representaba a pesar de estar adheridos gremialmente a ATE o UPCN. Fue en esas circunstancias adversas que los trabajadores de Dragado y Balizamiento fortalecieron la convicción de la necesidad de organizarse sindicalmente. La CGT intentó contraatacar pero fu reprimida, suspendieron las convenciones colectivas de trabajo, en 1967 los militares implementaron la doctrina del Terrorismo de Estado, destinado a eliminar toda expresión de protesta política, económica o sindical. Se concretó la destrucción de la estructura estatal de Dragado y Balizamiento creada en la DNP.
En aquellos años había una Seccional de UPCN, la 381, que había defendido los intereses gremiales de los estatales que se desempeñaban en la Isla Demarchi, y que había dejado de funcionar.
Sobre finales de 1970 ocurre un suceso definitivo, la tripulación de la draga 255-C rechaza la disposición que modificaba el sistema operativo de la embarcación, al tiempo que decide enviar sendos telegramas a las dos organizaciones gremiales UPCN y ATE, naciendo así la idea de sindicalizar a los embarcados dentro del espectro de la administración pública nacional.
La seccional 381 de UPCN había dejado de funcionar en esos años difíciles, y los Embarcados resolvieron ponerla de pie en defensa de sus legítimos intereses laborales y profesionales. El 11 de junio de 1971, con todas las formalidades legales, los compañeros eligieron democráticamente sus autoridades y representantes. Era la primera conducción de los Embarcados de Dragado y Balizamiento, por lo que ese día histórico se constituyó desde entonces en la fecha fundacional de su organización gremial.
En 1974, bajo el gobierno justicialista se fundó la Mutual del Personal de Embarcados de Dragado y Balizamiento.